Creadas con la perfección que solamente la naturaleza puede ofrecer, las perlas naturales, resultado de una simple combinación del carbonato de calcio que produce la ostra después de que un grano de arena o algún tipo de partícula extraña ingresa dentro del cuerpo del animal y tras un largo proceso, el molusco reacciona envolviendo paulatinamente la partícula con una mezcla de cristales y una proteína llamada conchiolina, la cual forma el nácar, sustancia que cubre las paredes internas de las valvas. Después de unos diez años, se forma una perla completa, ya sea en forma de lágrima, esfera perfecta y con variados colores.
Valoradas desde la antigüedad debido a su rareza, belleza y extraordinario coste, se reservaban para la nobleza y personajes considerablemente acaudalados. En el año 2005, la casa Christie’s subastó en Ginebra, la perla en forma de gota “La régente” por 2,9 millones de dólares y en el 2014 el joyero londinense David Morris, adquirió por $1.150.000 una perla con un promedio de 16,5, 5-17,4 milímetros y un peso de 8,6 gramos.
Debido a su alto costo, la industria comenzó a cultivarlas, lo cual devaluó una parte de su demanda, sin embargo, nada se compara a ser poseedor de joyas confeccionadas con perlas naturales, las cuales llegan a tener hoy en día, un valor incalculable.
Perlas naturales, belleza y calidad que no pasan de moda
Los factores que influyen en el precio de las perlas naturales esencialmente son: tamaño, lustre e iridiscencia, forma, color y grosor de la capa de nácar. De ahí que encontramos tonos blancos, rosados, grisáceos, beiges y hasta negras.
Entre algunos de los cuidados sencillos a tomar en cuenta para evitar que se dañen tenemos:
- Evitar el roce con productos químicos
- Almacenarlas lejos de objetos que las puedan estropear, tales como cristales, metales o piedras.
- Anudar los collares o pulseras entre cada cuenta, de tal manera que si se revienta, se caigan solamente una o dos cuentas para evitar perderlas, esto se puede hacer cada año o dos años para prevenir que el hilo se rompa.
No olvide que lo más importante al adquirir perlas naturales, se trata del brillo o reflejo que tenga la perla, ya que, mientras más brillante sea, más valiosa resultará. Esto se logra observando cuánto se asemeja el reflejo a un espejo y cuánta luz refleja, mientras mayor sea el reflejo, el valor aumenta.